domingo, 4 de octubre de 2009



Ayer olvidé  hundir los dedos-pinceles en el vapor del cristal de la ventana, formando una firma punzante.  Complacida y complaciente.
La dejo como prueba.  Después la imagen es atrapada en el lente de tu cámara y el flash la difumina.  Siento que debo dejar de extraviarme en cada detalle del pasado, recordar(te, me, nos), recordar no es volver a vivir, es retar al tiempo, dejarte llevar por un momento y olvidar todo, para después sumirte en un roce inexistente por cinco minutos.