No tengo miedo de mirarte.
Amarte de pronto y olvidarlo luego,
olvidarlo todo.
hasta que los dedos sangren y las neuronas griten, agridulces,
cuando haya una angustia
escribiremos
cuando haya confusión
escribiremos
Cuando tengamos que estudiar, no lo haremos
¡ESCRIBIREMOS!
Nada en el mundo es más reconfortante y acertado que hundir el bolígrafo, cual puñal, sobre el papel y soltar...
nada me alimenta más, nada me gusta más, nada me activa ni me doblega tanto como inmortalizar un pensamiento en papel para revivir después todas las emociones de un momento.